Cuando un título no es suficiente

Jacques Villeneuve es el caso paradigmático de una estrella que brilla con gran fulgor pero se apaga demasiado pronto. El canadiense, hasta la llegada de Lewis Hamilton en 2007, había sido considerado como el mejor debutante de la historia, y en su segunda temporada logró el campeonato del mundo. Sin embargo, desde el siguiente año su carrera se introdujo en una espiral negativa de abandonos, politiqueo y despidos. ¿Fue demasiado grande la losa de su padre, el adorado Gilles?

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El apellido Villeneuve, que como todo vocablo francófono evoca las grandes etapas de la Fórmula 1 de los 70 y los 80 (aunque en este caso no tenga nada que ver con los pilotos de aquella época salidos de la mítica escuela Elf), se convirtió en una referencia para los seguidores del deporte. Dos caballeros han llevado dicho apellido por los circuitos de la máxima categoría. Uno de ellos, el primero, consiguió 2 poles y 8 victorias, y falleció víctima de un accidente en una sesión de clasificación; el segundo partió 13 veces desde la primera posición en parrilla y ganó un GP en 11 ocasiones, culminando todo ello en un título mundial en apenas su segunda temporada. Sin embargo, los fríos números no sirven de nada para entrar en la leyenda: mientras que Gilles será por siempre recordado como «el último héroe romántico» de la F1 a pesar de no estar en el Olimpo de los campeones, Jacques se retiró por la puerta de atrás, corriendo para equipos medianos y con la opinión generalizada de la afición de que su único entorchado lo consiguió por ventaja mecánica. Ganar no lo es todo.

Villeneuve 1992

Un jovencísimo Jacques Villeneuve está a punto de hacerse un nombre en Norteamérica. El apellido ya lo tenía. (Fuente: racing-schedule.martin-werni.de)

Y menos cuando sobre Jacques, incluso después de campeón, siempre estuvo el peso del recuerdo de su padre. Siempre se ha dicho que tener un papá piloto es un arma de doble filo si su hijo decide meterse en el mundillo de las carreras. Subir por el escalafón será mucho más sencillo, pues el linaje llamará a los patrocinadores y abrirá puertas. Pero una vez la opinión pública se centra en el vástago, por ejemplo si éste llega a la Fórmula 1, todo serán comparaciones con el padre. Lo cierto es que nada de esto debería haber sucedido, pero al final las madres acaban por hacer lo posible para que sus retoños cumplan el sueño de sus vidas. Cuando en 1984 el pequeño Jacques le dijo a su mamá Joanne que quería conducir un kart, apenas 2 años después del fallecimiento de Gilles, la reacción lógica (o al menos la esperable) hubiera sido prohibir taxativamente que se subiera a nada que fuera muy rápido. Pero Joanne, en vez de impedírselo, hizo que se lo ganara: si sacas buenas notas en Matemáticas, te compraré el kart. El hijo cumplió su parte, la madre la suya y apenas un año después el siguiente de los Villeneuve ya estaba probando hasta un monoplaza de la Fórmula 4. Tras tener que solicitar una licencia de carreras andorrana (era demasiado joven para obtener una canadiense, su nacionalidad), Jacques se formó en la F3 italiana, pero tres temporadas sin victorias aunque con 3 poles comenzaron a delatar que en JV teníamos a un piloto brillante y talentoso, pero con cierta falta de disciplina y mentalidad para llegar a lo más alto. Ese punto de cocción se lo dio su retorno a América: Craig Pollock, empresario escocés, le consiguió una invitación a una prueba de la Fórmula Atlantic, la competición norteamericana en la que su padre Gilles y su tío Jacques consiguieron numerosos títulos, y tras acabar 3º comenzó a trabajar más estrechamente con Craig, quien le tenía preparado un plan de 3 años para llegar a la Fórmula 1.

Villeneuve Schumacher

26 de octubre de 1997. «Una fecha que pervivirá en la infamia».
(Fuente: diarioautomotriz.com)

1993 fue su primera y única temporada completa en la F-Atlantic: tras una serie de altibajos, finalizó 3º en la tabla general. En 1994 debutó en la Indy Car y consiguió su primera victoria en la antepenúltima carrera, en Road America. Era el preludio de un 1995 para la historia: en el tercer y último año del plan, Jacques por fin despuntó: título en la Indy y victoria en las 500 millas. La F1 estaba a la vuelta de la esquina: Williams le contrató por 2 años con el objetivo de acabar con el dominio de Benetton y Michael Schumacher. Su debut fue en Australia, en el nuevo circuito de Albert Park, y Villeneuve dejó muy pronto su sello: pole, vuelta rápida y lo que debería haber sido una victoria, de no ser porque una fuga de aceite le obligó a reducir el ritmo. Ganó así su compañero Damon Hill, otro hijo de antiguo piloto (Graham, «Míster Mónaco», bicampeón del mundo), pero Jacques iba a pelearle el título ya en su primera temporada. Sin embargo, debido a la mayor experiencia de Damon, y a los evitables abandonos del canadiense en Brasil y Montecarlo, Hill llegó a la última carrera con una ventaja casi definitiva sobre Jacques, 9 puntos. Para colmo, éste se retiró a mitad de carrera y Damon se proclamó campeón. Frank Williams hizo honor a su fama de ofrecer poco dinero a sus pilotos y dejó que Hill se fuera a Arrows, en uno de los movimientos más sorprendentes de la historia del deporte (actualizado a 2016, como si Lewis Hamilton se marchase a Sauber), y en su lugar contrató a Heinz-Harald Frentzen, rápido pero no probado a este nivel. Y ahora sí, sería el momento de Jacques: el Williams volvió a ser un coche formidable y Heinz-Harald, a pesar de su velocidad los sábados, solía perder rendimiento de forma misteriosa el día de la carrera, hasta el punto de sólo acabar 3 veces entre los 2 primeros a pesar de su gran ventaja mecánica. Hay quien dice que el alemán se pasó más tiempo «escondiéndose» del temible Patrick Head, diseñador jefe del equipo con quien tuvo una tensa relación. El caso es que esto le daba a Villeneuve un claro estatus de primer piloto, y su trayecto hasta el título mundial debía ser sencillo. Pero apareció por medio un tal Michael Schumacher, que en su segundo año en Ferrari pretendía ganar el título, como cierto alemán más reciente, y no se lo puso tan fácil. En el GP de Japón, penúltimo del año, JV se presentó con una ventaja de 9 puntos sobre Michael, y si ganaba la carrera se proclamaría campeón. Pero en los entrenamientos, Villeneuve no levantó el pie con banderas amarillas a pesar de que sobre él gozaba una suspensión de una carrera por reiteración en eventos anteriores. Jacques fue descalificado del GP, en el que acabó 5º; Williams retiró la apelación por si las represalias fueran peores y todo quedó preparado (para algunos conspiracionistas, «demasiado» preparado) para que en Jerez, con sólo 1 punto de diferencia, se decidiera el título. Y aquel GP de Europa, como nos temíamos, pasó a la historia: el sábado, Villeneuve, Schumacher y Frentzen marcaron el mismo registro, 1:21.072, lo cual terminó de disparar el «sospechómetro». Y si esto era poco, el domingo la polémica alcanzó un nuevo máximo histórico. ¿El motivo? Todos lo conocemos. El choque entre Michael y Jacques provocó el abandono del alemán; Villeneuve dejó pasar a los McLaren pero la 3ª posición le proclamaba campeón del mundo. Aquello que su padre Gilles no pudo conseguir.

Villeneuve BAR

Aun siendo espantosa, la decoración del BAR 01 ya era mejor que el rendimiento del propio coche. (Fuente: espnf1.com)

Y después, la nada. Aunque parezca inexplicable, a pesar de ser uno de los pocos pilotos capaces de ganar las 500 Millas y el Mundial de Fórmula 1, y cuando parecía que comenzaba una era de dominación del canadiense, la exitosa trayectoria de Jacques Villeneuve se detuvo en seco. No hubo ningún accidente de por medio; tampoco ninguna sanción. Simplemente, Jacques sintió que, una vez ganado el campeonato, como si se hubiera liberado de la tarea que le quedó encomendada tras el fallecimiento de su padre, ya no había nada más que conseguir. En 1998, Williams perdió a su diseñador Adrian Newey, que se fue a McLaren, y sus motores Renault (rebautizados Mecachrome) ya no eran punteros. Apenas sumó 2 podios y a final de temporada se marchó del equipo. Su carácter díscolo y su imagen de niño rebelde terminaron de aflorar en el nuevo proyecto en el que se enroló: British American Racing, una nueva escudería de la cual Craig Pollock era accionista. Villeneuve se apuntó a dicha aventura, y resultó todo un desastre. A pesar de que en su primera presentación decían que podían ganar su primer GP, JV no acabó ninguna de sus 11 primeras carreras con BAR. El equipo siguió muy lejos de pelear por victorias durante los siguientes años, en parte por la nefasta gestión y en parte por los intereses cruzados y múltiples que tenía el canadiense en el equipo. Su salario era exageradamente elevado y sin duda lastraba el desarrollo; además, Jacques tenía también acciones de la escudería. Con la llegada del nuevo jefe David Richards en 2002, y cuando un año después fue totalmente superado por Jenson Button, la conexión Villeneuve-Pollock-BAR era inexistente y el canadiense fue despedido. Tras un año sabático, Renault decidió contratarle para sustituir en las tres últimas carreras a Jarno Trulli, y antes del primer GP en su regreso Sauber le ofreció un contrato de 2 años. Fue un tremendo error. Jacques se quedó a un mundo de distancia de Fernando Alonso en dichos GGPP y Felipe Massa le superó en 2005. JV estuvo a un tris de acabar con la paciencia del calmado Peter Sauber tras una serie de bochornosas actuaciones a principios de año, pero Villeneuve se aferró a su contrato, mejoró un poco el juego y consiguió que BMW, la nueva propietaria, le mantuviera en 2006. Tras un año sin grandes actuaciones, un accidente en el GP de Alemania le impidió disputar el siguiente en Hungría. Le sustituyó Robert Kubica y el polaco impresionó a todos. El tiempo de Villeneuve se había acabado.

¿Cómo es posible que una estrella tan fulgurante fuera a su vez tan fugaz? Caray, Jerez 1997 fue su última pole; anterior incluso fue su última victoria. Tal vez su extraña personalidad, sin pelos en la lengua (como se encarga de demostrar en los últimos años como observador del deporte), le impedía gozar de una gran carrera repleta de éxitos en el corporativismo del siglo XXI. O tal vez sintió que su objetivo vital se había cumplido aquel día en el sur de España, y simplemente corrió por el dinero. Su caso es uno de los más enigmáticos de las últimas décadas. Mañana Jacques cumple 45 años; dentro de un mes, harán 34 del trágico accidente de Gilles. Y a pesar de que el primero tiene un título mundial y el otro no, la Fórmula 1 siempre recordará con más cariño al «Príncipe de la Destrucción«.

18 comentarios

  1. SportPrototipos · abril 8, 2016

    Piloto muy excéntrico, su compañero Hill era mas completo.

    Tuvo sus dos añitos buenos y ciao.

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    • diezcilindros · abril 9, 2016

      Teniendo en cuenta que este tema lo propusiste tú, me hubiera gustado ver un mensaje algo más elaborado, o al menos que se prestase más al debate ^^.

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      • SportPrototipos · abril 9, 2016

        Tienes razón, mea culpa.

        No negaré en absoluto sus méritos como ganar las 500 millas o la Indy, por ejemplo. Sin embargo, daba la impresión de que su periplo en la f1, a pesar de ganar el mundial y todo, que fuera como «una obligación» de tipo personal y no tanto la búsqueda de triunfos ( y todo lo que ello conlleva ), tal y como haría casi cualquiera. Algo así como: «he ganado el título, guay. Me voy a casa a cenar».
        Su carácter excéntrico (y no de forma positiva o constructiva) le granjeó no pocas valoraciones de indiferencia y líos.
        Hubiera encajado mejor en tierras americanas hablando a largo plazo, creo yo.

        A ver si el resto se anima y comenta 😦

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        • SportPrototipos · abril 9, 2016

          Olvidé añadir que, a mi juicio, el título de su compañero Hill , obtenido el año anterior, tenía un valor mucho mayor, debido a que su trayectoria fue in crescendo, no exenta de dificultades y, por ende, mas peleado.

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      • diezcilindros · abril 9, 2016

        «Hubiera encajado mejor en tierras americanas hablando a largo plazo, creo yo.«

        Hombre, sí. Por carácter y talento, estoy convencido de que habría sido uno de los mejores pilotos extranjeros en USA de la historia. Habría sido «el primer Franchitti», por así decirlo. Pero claro, nada iguala el prestigio (y el salario…) de ganar un mundial de F1.

        Aunque imagino que tú hablas de después de ganar el Mundial, la idea que has dicho de «ya he ganado el título, me vuelvo a América». Tal vez debería haberlo hecho en vez de estar años y años bregando con BAR, sí.

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  2. Diablo · abril 11, 2016

    Ojo con David Richards, ese tipo (mala leche y charlatán) odiaba a Villeneuve jr., quizá fue quien lo sentenció a la debacle…De todos modos Jacques es responsable por no superar los escollos con voluntad de superación para volver a ser aquel campeón que peleó con uñas y dientes el subcampeonato de 1996 y su campeonato de 1997. Salió muy herido de BAR, una pena….

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  3. Diablo · abril 11, 2016

    El BAR 01, para mí la decoración más original y bonita para un F1.

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    • SportPrototipos · abril 11, 2016

      En mi top 5:
      Jordan 91
      Benetton 97
      Jordan 97
      Arrows de De la Rosa
      El primer BAR

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      • Sr. Monorail · abril 14, 2016

        A mi me flipaba el hrt de 2011, el de la banderita de cuadros impresa en la tapa motor, más incluso que los que mencionas.

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    • diezcilindros · abril 11, 2016

      Original es y un rato. Ahora, bonita… sobre gustos no hay nada escrito, claro ^^, pero a mí me parece bastante feo.

      Pero insisto, si valoramos la originalidad para saltarse la prohibición de la FIA de usar 2 decoraciones distintas en sus coches, creo que BAR gana de goleada.

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  4. 001 · abril 11, 2016

    Tal y como el comentario, estrella fugaz con un solo campeonato, paro la mayoría de sus declaraciones a la prensa como que no siempre las piensa, los pilotos tienen voz por que todo lo que pasa en la F 1, está en su entorno laboral, y si tratan de colaborar por el bien de la F 1, es loable y es su derecho, como parte de la libertad de expresión, que ningún ex piloto, por personaje que se sienta puede coartar.

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    • diezcilindros · abril 11, 2016

      He tenido que editar tu mensaje. El enlace aportado no tiene nada que ver con el debate y tampoco con los temas sobre los que queremos hablar en esta web ;).

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  5. Nacho · abril 11, 2016

    Hola, yo era muy joven(11 años) cuando empece a seguir el indy en la año 95(monologo de Schumacher en F1), con carreras muy entretenidas y me gustaba mucho el estilo agresivo de Villeneuve.
    Por eso cuando migro para la F1 volvi a verla, ya que para mi parecer, nadie le hacia fuerza a schumi(al igual que cuando paso Montoya(como no recordar esa pelea en Brasil 2001)).
    En el 96 demostro mucha velocidad, pero mucha falta de filling en piso mojado y perdio el titulo con un tipo del monton, timorato(para mi) como Hill.
    Ya en el 97 demostro lo que le habia llegado a ser unos de mis pilotos favoritos, pero despues como dicen aca, nunca mas hizo algo… es como que se le apago el fuego… como se se hubiese relajado en que ahora era campeon y no tenia que demostrar nada…
    Una lastima por que parecia que iba a ser mas…, lamentablemente los pilotos que son de mi agrado se les complica en la F1, tal vez por ser muy agresivos al comienzo y luego el tipo de competicion actual los termina frustrando(Montoya, Kubica, Pastor).

    Saludos.

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  6. 001 · abril 11, 2016

    Si es tu política está bien, incluí el enlace porque de acuerdo con el contenido del mismo, alguien pudiera estar interesado en desacreditar a N. Rosberg. Saludos

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    • diezcilindros · abril 11, 2016

      Aquí no queremos que se desacredite a nadie, y menos por algo que nada tiene que ver con lo que sucede en el asfalto. Espero que lo entiendas. Si tienes alguna duda sobre esto, sugiero que te pongas en contacto conmigo por privado. Dejemos este hilo para hablar de Jacques Villeneuve ^^.

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  7. Vilkena · abril 13, 2016

    La verdad es que he descubierto el blog gracias a esta noticia, ya que siempre he sido fan de Villeneuve, y sigo el deporte del motor gracias a él.
    Todo lo que habéis dicho es cierto. También creo que su temporada 2006 en BMW fue muy pareja a la Heidfeld y se le despidió por motivos extradeportivos. Muchos dicen que Kubica asombró en su debut en Hungría. Nada más lejos de la realidad. Puntuó de milagro, porque fue una carrera loca con lluvia, y tras accidentarse y romper su alerón delantero.
    Espero poder seguiros con el resto de comentarios, y felicidades por el trabajo que hacéis.

    Saludos

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    • diezcilindros · abril 14, 2016

      Hola, Vilkena, gracias por pasarte ^^. Te invitamos a leer y participar e ncualquier entrada que te plazca ^^.

      No he querido meterme en detalle en el año 2006 porque se me iba de largo el texto. Es cierto que estuvo todo el año casi al nivel de Heidfeld, y tuvo buenos fines de semana como Nürbürgring donde le superó con gran claridad (aunque ese día incluyera el famoso estorbo a Fisichella en Q2…). Y su batalla estratégica con Rosberg en Silverstone fue brillante, con unas vueltas pre-pit stop que habría firmado el mismísimo Michael. Pero sí creo que Kubica impresionó en su llegada: se metió en Q3 en su primer GP por delante de Heidfeld, y aunque obviamente es cierto que trompeó dos veces y en una de ellas se cargó el morro, yo me quedo con la remontada hasta el 7º puesto, que incluyó pasadas en pista a por ejemplo Massa. Luego le descalificarían porque el coche no dio el peso, pero no tiene nada que ver. Además, venía de un gran bagaje como piloto del viernes. Luego a Robert le sustituyó en ese puesto un tal Sebastian Vettel, por cierto ^^.

      Por supuesto, es opinable y debatible, y me encanta que así lo hagas ^^. Te doy la bienvenida a diezcilindros :).

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  8. El Tico · abril 15, 2016

    Grandísimo trabajo de documentación. Me ha gustado mucho. Enhorabuena y seguir en esa linea
    Salu2

    del Tico
    <

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