Sienten la fuerza

Parecía imposible mejorar lo logrado en 2015, pero lo han conseguido. Force India ha hecho el más difícil todavía y ha finalizado en 4ª posición entre los constructores. Con el asterisco de Red Bull, eso significa que son el mejor equipo privado de la parrilla, e incluso se las han apañado para vencer a escuderías como Toro Rosso, Renault o McLaren. Los de Vijay Mallya usaron el simpático hashtag #feelthefourth para celebrar el mejor año de su trayectoria. Pero la pregunta es evidente: ¿pueden repetir o mejorar esto en 2017?

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En febrero, nos preguntábamos cuál era el siguiente objetivo de Force India después de acabar en P5 en el campeonato por equipos de 2015. En agosto, visto que volvían a marchar en 5ª posición y tenían en el punto de mira la cuarta plaza de Williams, la cuestión era dónde estaba el límite para la escuadra de Silverstone. Así que llega diciembre, FI finaliza 4ª por equipos, con 35 unidades de ventaja sobre los de Grove y con más que McLaren y Toro Rosso juntas, y ya no sabemos qué duda albergar. Force India sigue superándose a pesar de ser el 8º presupuesto de la parrilla (en euros por punto, sólo Mercedes es más eficiente que ellos). Pero forzosamente deben estar acercándose al límite. No es de recibo pensar que puedan atacar al top-3 en 2017. ¿O sí? Uno nunca sabe hasta dónde puede llegar este modesto equipo británico. ¿Han alcanzado, esta vez sí, su máximo?

La bella zaga del VJM09 fue lo que acabaron viendo los Williams, los McLaren, los Toro Rosso, los Renault… (Fuente: gopits.com)

La respuesta seguramente sea afirmativa, pero eso sería afrontar con pesimismo un artículo de análisis que sólo debería recoger bondades: ¡qué fantástica temporada 2016 ha realizado Force India! Tras unos graves problemas de liquidez que retrasaron su pretemporada de 2015, el equipo de Vijay Mallya parecía estar a punto de atravesar un peligroso punto de inflexión. Pero en julio de ese año introdujeron el VJM08B y el rendimiento aumentó espectacularmente, hasta el punto de acabar en Abu Dabi siendo la 3ª mejor escudería. Dada la estabilidad normativa para 2016 y el hecho de que no merecía la pena invertir mucho en desarrollo debido al cambio de reglas que habrá la próxima temporada, el VJM09 era prácticamente un calco de su predecesor. Y por tanto compartía las mismas virtudes. Eso pareció en los tests de pretemporada, donde parecía la tercera o cuarta mejor escudería. Pero al llegar a Australia, de repente Force India languideció. Mercedes, Ferrari, Toro Rosso, Williams y Red Bull estaban por delante. El ritmo en clasificación era una pequeña desilusión, pero eso no era nada comparado con lo que ocurría con los tanques llenos: el Force India era muy lento y degradaba brutalmente las gomas. Cada piloto puntuó una única vez en las 4 primeras carreras: eran octavos en el campeonato por equipos. Y entonces, todo cambió. En 2015 fue en Silverstone; este año, la solución llegó en Barcelona. Un aluvión de novedades técnicas, fundamentalmente en el suelo y el difusor, permitieron mejorar el coche hasta el punto de empezar a superar a Toro Rosso y a pegarse directamente con Williams. La extraordinaria habilidad de sus pilotos, a la que aludiremos más adelante, permitió que los de Grove no se escaparan en la tabla, y tras una pelea igualadísima entre España y Alemania, la balanza se desniveló en Bélgica: el VJM09 era indudablemente mejor que el FW38, sobre todo en curva rápida, y en Singapur cogieron la delantera en la tabla de equipos de forma definitiva. Tras un gran día en Brasil sentenciaron y en Abu Dabi certificaron el gran éxito.

A pesar de todos los rumores, Sergio Pérez seguirá en Force India en 2017. (Fuente: f1fanatic.co.uk)

Pero, como decimos, seguramente el verdadero factor diferencial haya sido el nivel de pilotaje del que ha gozado Force India este año y durante los dos anteriores. Y es que es de alabar que una escudería con tantos aprietos económicos haya priorizado el talento sobre el mero patrocinio. Aunque sus dos hombres han rendido a gran nivel, el nombre más destacado ha sido sin duda el de Sergio Pérez. El mexicano ha encontrado al fin la regularidad en su talento y ha cuajado un 2016 fantástico. Ha superado la barrera psicológica de los 100 puntos y ha sido el mejor clasificado tras los hombres de las 3 escuderías grandes. Sus puntos más destacados son evidentemente esos dos podios en Montecarlo y Bakú. El de Azerbaiyán fue especialmente meritorio, pues clasificó en primera línea (!) pero tuvo que remontar desde la P7 debido a una sanción por sustituir la caja de cambios que dañó tontamente en un accidente en la FP3. Pero lo más impresionante no han sido sus puntos altos, sino la ausencia de bajos: Checo ha sido por primera vez en su carrera increíblemente constante. Ha acabado todas las carreras menos una, en la que abandonó por un fallo de frenos a 2 giros del final, y lleva puntuando de forma consecutiva desde julio. No esperábamos menos de alguien que sigue sin destacar en clasificación (perdió 9-12 contra su compañero) pero tiene su punto fuerte en carrera. Más que conocida es su gestión de gomas: en efecto, su conducción es probablemente la más respetuosa de toda la parrilla con los neumáticos. Su aporte de dirección es relativamente brusco, pero no mete mucho volante. Para compensar, lo que hace es aplicarlo durante bastante tiempo. En principio, esto debería ser mortal en tracción, pero Checo tiene paciencia y una gran habilidad para pisar progresivamente el gas conforme reduce el giro sin que el coche jamás se le vaya de atrás. Donde otros como su propio compañero comienzan a juguetear con el acelerador a la altura del vértice o incluso antes, Pérez espera a tener el coche a una velocidad más baja y entonces tracciona. Obviamente, esto es muy lento para los sábados, pero la total ausencia de correcciones le permite mantener con vida las ruedas traseras y ser muy competitivo en largas distancias. Y en 2016, al fin, ha conseguido hacerlo de forma regular, sin borrones.

Hülkenberg no tendrá ningún podio, pero en días como Bélgica lo mereció. (Fuente: thebestf1.es)

Eso ha opacado un tanto la labor de su compañero de equipo, un Nico Hülkenberg que por vez primera en su trayectoria ha perdido la reputación que siempre le ha acompañado. Desde su final de temporada en 2012, con aquella legendaria actuación en las condiciones mixtas de Interlagos, Nico pedía a gritos un volante puntero. Pero terminando 2016 lo único que ha encontrado es un asiento en Renault que bien podría reportarle podios y victorias en el futuro, pero no necesariamente en 2017. Y es que este último año del alemán no ha sido todo lo brillante que habían resultado los anteriores. Sí, ha sido sólido en clasificación, y en carreras acabadas por ambos Force India ha empatado a 8 con Pérez, pero le han fallado dos cosas: no ha habido actuaciones brillantes y ha tenido algunos abandonos muy costosos. Mientras Checo subió a esos 2 podios, a Nico el cajón le sigue siendo esquivo. Es increíble que tras 117 Grandes Premios aún no haya acabado nunca entre los 3 primeros (sólo Adrian Sutil y Pierligui Martini superan ese registro), y lo cierto es que esa estadística parece estar mermándole. Por el contrario, mientras su compañero sólo abandonó en una carrera en 2016, el #27 se retiró en 5 ocasiones, 3 de ellas en las arrancadas., a lo que hay que sumar un error clave en el mejor día del VJM09. ¿Mala suerte? ¿Exceso de ímpetu? Lo cierto es que si lo hilamos con la parte final de 2015, Nico parece haber cogido una cierta predilección por los accidentes bastante preocupante. Es un imán. Y eso no es justo con alguien que no se caracteriza por una conducción temeraria ni peligrosa. En definitiva, en estos dos aspectos se ha fundamentado la diferencia con Pérez. Por lo demás, Hülkenberg ha seguido siendo el de siempre: el piloto que menos gira el volante de todo el campeonato, pero que a diferencia de su compañero intenta traccionar lo más pronto posible y tiene que hacer frente a los derrapajes, algo que en clasificación puede sobrellevarse pero que en carrera acaba por destrozar las gomas, como hiciera en Austria desaprovechando la P2 en parrilla. Casualmente, ha sido justo este año, en el que ha dejado de parecer por encima de Pérez y ahora se le ve a la par o incluso por debajo, que Nico ha encontrado un volante de fábrica. No habrá sido la temporada en que más se lo ha merecido, pero al fin podrá disfrutar de un buen sueldo e interesantes perspectivas de futuro.

Y es precisamente futuro lo que cuesta definir en Force India. No necesariamente porque sea negro, ni mucho menos, sino porque es una gran incógnita. ¿Qué va a ser de los de Vijay Mallya a partir de 2017? Todas las apuestas le sitúan por detrás de la P5 por equipos: Mercedes, Ferrari, Red Bull y McLaren deberían estar por delante; Force India tendría que conformarse con pelear con Williams, Renault y Toro Rosso. Puede que incluso una P6 tenga que verse como un éxito. Y es que, en cierto modo, debería serlo: el rendimiento de los de Silverstone en los últimos años parece hasta irreal. Están muy por encima de donde deberían. El cambio normativo de 2017 y perder a Hülkenberg (aunque en el camino ganen a un Esteban Ocon ciertamente prometedor) debería ser demasiado para su exiguo presupuesto. Pero este equipo no deja de darnos agradables sorpresas año tras año. ¿Podrán seguir asombrando al personal la próxima temporada?