Objetivo cumplido. ¿Y ahora qué?

Tras un montón de años en busca del objetivo, por fin Force India lo ha logrado: acabar en el top-5 de constructores. Lo consiguieron en 2015, gracias a una notable evolución a lo largo de la temporada y a una pareja de pilotos tremendamente competitiva. Pero una vez los de Vijay Mallya han llegado a este punto, hay que preguntarse si cabe seguir esperando progreso. Su modestísimo presupuesto (el tercero que menos, según los cálculos) impide exigirles podios o victorias. El doctor Mallya intentó solucionar eso atrayendo a una gran marca como Aston Martin, pero el asunto no cuajó. Con esto descartado (por el momento), ¿cómo puede crecer Force India?

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Force India es uno de esos pequeños milagros de la Fórmula 1. No tanto como el Leicester City, con quien el reputado periodista James Allen se animó a hacer una comparativa para debatir sobre el reparto de dinero en la F1, pero sí desde luego para hacer ver que ni siquiera en este deporte/negocio los presupuestos lo son todo. Según los cálculos del paddock (o más concretamente el estudio de Business Book GP), Force India manejó menos millones que 7 de sus rivales, y de ellos más de la mitad triplicaban o cuadruplicaban sus recursos. Es decir, en principio deberían ser inalcanzables. Pero los de Silverstone aplastaron a McLaren y, tal vez más representativo, vencieron con cierta comodidad a sus rivales más directos, Lotus y Toro Rosso. En Abu Dabi acabaron la temporada como el tercer coche más rápido, dejando a media Fórmula 1 con un palmo de narices. El equipo que resurgió de las cenizas de Jordan (vueltas a quemar en los desafortunados intentos de resurrección de Midland y Spyker), con muchas menos posibilidades que sus contrincantes, sólo era superado por los grandes fabricantes. ¿Cómo es posible?

Rusia fue sin duda el gran día de Force India y Sergio Pérez en 2015. (Fuente: provincia.com.mx)

Si como siempre diseccionamos a cada escudería en equipo, coche y pilotos, podremos llegar a entenderlo. El primero de estos activos ha demostrado ser ciertamente importante. La plantilla de la factoría en Northamptonshire sobrevive en gran parte de aquella que hizo grande a la pequeña Jordan, tal vez el último reducto del espíritu de la antigua Fórmula 1. No es de extrañar que tanto Jordan como Force India hayan dado trabajo a un símbolo de esto como Mike Gascoyne, director técnico de agresiva gestión conocido por conseguir, prácticamente sin fallo, que los equipos pequeños que manejaba ganasen a los grandes, y por lo general viéndose obligado a abandonar el barco cuando lograba su objetivo. Desde entonces (Mike dejó FI a finales de 2008), los chicos de Silverstone siguen siendo capaces de producir coches de bella factura con escasos recursos, y aun así dar la lata a sus más pudientes rivales. En cuanto al bólido, si nos centramos en 2015 vemos que Force India pasó por graves problemas a principios de temporada, cuando precisamente la escasez de dinero retrasó al VJM08. El nuevo coche llegó con el último test empezado, y lo cierto es que resultó tener una fiabilidad a prueba de bombas. Pero era lento. Muy lento. El equipo trabajó a contrarreloj para diseñar una versión B a estrenar en el GP de casa, con grandes modificaciones en alerones, suspensiones e incluso un curioso morro perforado. Y de nuevo, acertaron. El «nuevo» bólido, que seguía contando con el inmejorable motor Mercedes, fue un tremendo paso adelante y desde Gran Bretaña consiguieron meter nada menos que 7 veces un coche entre los 6 primeros (más que Lotus, Toro Rosso, Sauber, McLaren y Manor juntos). Y así certificaron su anhelado 5º puesto en la clasificación por equipos con un GP de antelación.

Pero si el coche dio ese excelente resultado, sin duda fue por el tal vez más importante de sus 3 activos: los pilotos. Nico Hülkenberg y Sergio Pérez forman un tándem de pilotos que ya quisieran para sí algunos equipos más grandes que ellos. El reputadísimo piloto alemán y la cada vez más consolidada promesa mexicana, ambos fueron sin duda parte imprescindible en el éxito de 2015. Ya prometía esta pareja en 2014, su primer año juntos, pero se ha fortalecido definitivamente esta temporada después de que Checo Pérez haya subido su juego. El mexicano fue batido por Nico hace 2 temporadas principalmente porque cuando mejor era el VJM07, mejor estuvo el alemán, cuyo principal defecto sigue siendo no lograr una temporada completa a gran nivel. Pérez volvió a ser superado en la primera mitad de 2015 (especialmente en clasificación, tal vez su punto débil), pero de Bélgica en adelante, casi sin esperarlo, explotó.

Hülkenberg volvió a brillar en Brasil y certificó la 5ª plaza de Force India. (Fuente: F1aldia.com)

Sergio (click para ver onboard), como Felipe Massa, basa su pilotaje en una entrada relativamente tardía con un primer giro de volante, que según las circunstancias mezcla con un aumento progresivo o con un segundo giro más brusco para terminar de meterlo en el vértice. Al tener bastante moderada esta agresividad, es capaz de gestionar tremendamente bien sus neumáticos, su virtud más conocida. No exige demasiado de los traseros en la entrada y tampoco los destroza en tracción. Sus salidas no son como las de Carlos Sainz que exigen un grado de contravolante. Su aplicación del gas es excelsa, y en carrera le convierte en un piloto a tener en cuenta. Nico (click para ver onboard), en cierto modo, es la antítesis. Parece el piloto manipulador perfecto por excelencia, incluso en ocasiones por delante de Lewis Hamilton. Su entrada en curva es sencillamente hipnótica por la tremenda suavidad con que mueve el volante, al ritmo de su presión decreciente sobre el freno. Hülkenberg tal vez sea el piloto que menos grados gira el volante a lo largo de una vuelta en toda la parrilla. Aunque la vuelta onboard enlazada parece sencillamente perfecta, lo cierto es que le falta un pelín para entrar en la élite. Tal vez su excesiva suavidad indique que va demasiado sobre seguro: podría frenar dos metros más tarde o llevar 2 km/h más de velocidad mínima de paso. Además, su salida de curvas a veces parece demasiado apresurada: antes del vértice geométrico ya está reduciendo el escasísimo giro de volante que tiene aplicado y pisando el gas, lo cual le suele obligar a un poco de indeseado contravolante. La ya mencionada incapacidad de Hülkenberg para clavar una temporada entera buena implica que nos deberíamos haber esperado su errática segunda mitad de 2015. Pero es que resultó del todo punto imprevisible que, mientras mantenía una gran velocidad, se metiera en algunos accidentes en principio evitables, como en Singapur o en Estados Unidos. Eso sí, su legendario Gran Premio en Brasil 2012, donde debió ganar por méritos propios con el 4º o 5º mejor coche, amén de otras actuaciones sensacionales (final de año 2013, o Austria, Japón y Brasil de esta temporada) nos recuerdan que Nico es un piloto que merece un volante puntero desde hace años. Y si contamos encima con un Checo que de vez en cuando deja actuaciones descollantes como en Spa, Sochi o Yas Marina 2015, amén de los ya históricos podios en Malasia, Canadá e Italia 2012, tenemos que sin duda la pareja de pilotos de Force India es tremendamente adictiva.

Pero en la Fórmula 1 siempre hay que mejorar. Y con tan ajustado presupuesto, seguir dando pasos adelante parece imposible. Vijay Mallya lo debió ver claro cuando intentó asociar el equipo con Aston Martin. La presencia de un fabricante siempre resulta un espaldarazo desde un punto de vista de patrocinio y seguridad de financiación. En cierto modo, la maniobra de Vijay recuerda a aquella de Gerhard Berger en 2008, cuando vio que Toro Rosso (que acababa de ganar en Monza con Sebastian Vettel) jamás volvería a superar a Red Bull si los recursos se centraban en el equipo grande, y rápidamente vendió su parte de STR. Pero lo de Aston Martin no ha cuajado… todavía. No será en 2016, pero nadie ha cerrado del todo las puertas a un acuerdo que, en principio, sería el siguiente paso a dar por Force India. Adelantar a Williams, con el doble de presupuesto, o a Red Bull, por mucho motor Renault que lleve, no es algo que se deba exigir. Toro Rosso y McLaren deberían mejorar con sus nuevos motores, y a medio plazo el equipo Renault de fábrica ha de rebasar en recursos a los de Silverstone, por lo que hay que hacer algo. Mientras tanto, en 2016, el pequeño gran equipo seguirá «molestando». Otro buen coche para sus geniales pilotos, y Force India volverá a estar entre los 5 primeros. Ténganlo por seguro.