Williams se desvanece

Después de un año 2014 que les devolvió a la lucha por los podios, algunos podíamos pensar que la mítica escudería Williams (7 títulos de pilotos y 9 de constructores) estaba de nuevo entre las grandes. Pero la realidad de la Fórmula 1 se impuso. En esta época dominada por los fabricantes de motores, ser un equipo cliente casi equivale a no poder luchar por las victorias. La diferencia de presupuesto hace mella y Williams cada vez se aleja más de Mercedes y Ferrari. Pero que Force India se acerque peligrosamente con poco más de la mitad del presupuesto sí que es preocupante.

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Si hay un equipo que simboliza a la perfección la evolución de la Fórmula 1 desde los años 70 hasta la actualidad, ése es Williams. Cuando el deporte estaba plagado de «garagistas», esta marca británica podía pelear de tú a tú con la élite (McLaren y Ferrari). Pero con la llegada de los fabricantes y el desorbitado aumento de los costes a finales de los 90, los de Grove ejemplificaron el lento declive que les esperaba a los equipos privados. Aunque ya no esté totalmente al mando, Frank (parapléjico desde 1986) simboliza el inacabable espíritu de supervivencia de la escudería. Un hombre de carreras hasta la médula, se negó en 2004 a que BMW se hiciese con el control de la parte de diseño del chasis, rompiendo con ello las relaciones con la marca alemana y adentrándose en un oscuro agujero de rendimiento. Pero BMW como escudería cerró a finales de 2009 mientras Williams se mantuvo a flote, con su espíritu británico de siempre (contando con los débiles motores Cosworth en 2010 y 2011). Vinieron otros años duros, pero de repente todo encajó.

Claire Williams

Condecorada recientemente con el título de Oficial del Imperio Británico, Claire Williams permite que todo siga en familia en Grove.
(Fuente: thecheckeredflag.co.uk)

Fue a finales de 2013, la peor temporada de la historia de Williams, que otro hombre de carreras como Pat Symonds puso orden en el departamento técnico. Un chasis decente era todo lo que necesitaban para brillar en 2014, porque la decisión tomada en mayo de contar con propulsores Mercedes les dio un brutal impulso hacia arriba: de 5 puntos en 2013, a 320 la temporada siguiente. Sin embargo, el éxito no ha podido ser mantenido. La falta de dinero (unos 200 millones de euros de presupuesto anual menos que los cuatro grandes: Mercedes, Ferrari, Red Bull y McLaren) evita que puedan seguir el ritmo de los punteros. Así, de acabar 2014 como el 2º equipo más rápido ahora se ven 2 años después como la 4ª mejor escudería, y seriamente amenazada por la 5ª. El problema para Williams es que el equipo que quiere levantarles la posición es Force India, que tiene aún menos presupuesto (cerca del 30% menos) que los de Grove. Y que una escudería tan limitada esté cerca de quitarles el puesto de «mejor escudería privada» (Red Bull aparte, pues lo de Milton Keynes no responden exactamente al concepto) obliga a hacerse preguntas de qué es lo que no está funcionando en la factoría.

FW38

El FW38 es casi idéntico a su predecesor, salvo por una suspensión frontal algo rebajada. (Fuente: pitpass.com)

Obviamente, el diagnóstico ha de extenderse a todos los departamentos, y seguramente el más preocupante sea el técnico. El FW36 de hace dos temporadas, como hemos repasado varias veces en diezcilindros, se caracterizaba por unas suspensiones increíblemente duras que permitían brillar al chasis en curvas cuanto más rápidas mejor. Junto con la velocidad punta de su motor, se acaba entendiendo que subieran al podio en sitios como Silverstone, Spa o Monza. Pero en cuanto llegaban las pistas lentas, tortuosas y llenas de baches, cuando tocaba premiar la tracción a la salida de giros de baja velocidad o cuando caían unas cuantas gotas, esas suspensiones tan duras no valían de nada, y el rendimiento del Williams caía en picado (siendo Mónaco el mayor ejemplo del desastre: su mejor posición en parrilla fue una P13). Con un FW37 de idéntico comportamiento, el equipo se planteó para 2016 reconsiderar la filosofía de diseño y crear un coche más estable en todo tipo de pistas. Sin embargo, algunos fans se preguntaban: «antes en varios circuitos subían al podio y en otros caían en Q1. ¿Es peor eso que estar siempre entre el 7º y el 12º puesto?«. Y quien fuera que hizo esa reflexión dio en el clavo. El FW38 es ahora un coche mediocre. No de forma despectiva, sino que simplemente no destaca en nada. Los dos Williams han rondado siempre esos últimos puestos de la zona de puntos. Los días malos se han reducido (este año rozaron la Q3 en Mónaco y consiguieron un punto), pero sus únicos días aceptables también han sido más modestos (P4 y P5 en Rusia, P3 en Canadá). Más allá de la velocidad punta, no se observa ningún punto fuerte en el chasis. En cierto modo, es bastante poco estimulante.

Bottas Massa Canadá

Bottas por delante de Massa en Canadá, lugar de su único podio del año. Este orden ha sido la tónica de la temporada. (Fuente: formula1.com)

Y esa definición también se aplica a la pareja de pilotos. Cuando la combinación es la misma desde hace 3 años, uno de ellos está en el ocaso de su trayectoria y el otro se ha estancado en su progresión, el resultado es un estado de ánimo bastante flojo. Valtteri Bottas parece haber conseguido por fin vencer en el duelo particular con Felipe Massa, pero más que porque el finés haya mejorado todo indica que es porque el brasileño ha entrado en el declive. El brasileño ha sumado un triste total de 2 puntos en 7 carreras y el parcial en clasificación contra su compañero es de 6-1 en contra (10-2 en el global de la temporada), y eso que se supone que era el fuerte del brasileño. En sus inicios, Felipe era un piloto muy agresivo, que gustaba de buscar los límites, y por lo general encontrarlos. Su exagerada exuberancia le llevó a perder el volante en Sauber en 2002, pero pasó a Ferrari en 2003 como probador y pudo pulir su pilotaje. La versión actual del #19 es la del arquetípico ejemplo del «giro pequeño, giro grande», un pilotaje convencional que divide los aportes de dirección en dos fases principales: la primera, poco después de comenzar la frenada, un movimiento sutil para encarar el vértice; la segunda, con el pie izquierdo casi totalmente levantado, un giro más pronunciado para pasar por la curva. Esta técnica suele ayudar en la rotación del peso porque se quitan bastantes inercias laterales, pero no es todo lo emocionante que pueden ser los manipuladores perfectos o los pilotos de reflejos. De hecho, ahora que física y mentalmente Felipe parece haber dejado sus mejores años, no parece lo suficientemente rápido. Valtteri, por su parte, mantiene su particular estilo y por tanto sus particulares defectos. En vez de coordinar los brazos y las piernas para corregir los aportes en las curvas, Valtteri sólo utiliza sus extremidades inferiores. Deja el giro de volante aplicado de forma casi constante y compensa los excesos o defectos con los pies, nunca con las manos. Al menos ha suavizado su entrada en curva y tiene algo de margen con el que jugar, pero sigue llevando demasiado volante pasado el vértice, a lo Ricciardo: de coordinar mejor sus cuatro extremidades, tal vez podría gozar de salidas en curva más rectas, limpias y rápidas.

Obviamente, hacer observaciones al pilotaje desde una tribuna, cuando los protagonistas siguen siendo élite mundial en la materia y saben infinitamente más que nosotros, puede resultar bastante atrevido. De hecho, puede que sus conducciones no requieran de grandes modificaciones y nuestra opinión sea errónea. Pero sí que creemos que Williams necesita un catalizador. El lento descenso de rendimiento hace que el equipo se suma en una pequeña depresión, y en ocasiones se echa en falta que al volante de un FW38 vaya uno de esos pilotos que suelen ganar protagonismo en la televisión, que tenga juventud, energía, valentía… atributos que no son transmitidos ahora mismo por los de Grove, y sin duda les harían falta para ganar reconocimiento y levantar el ánimo. ¿Se está buscando por tanto un cambio en la alineación de pilotos? No es ningún secreto que Jenson Button es objeto de deseo para Williams, pero no traería ninguna de esas cualidades. Sergio Pérez, hasta cierto punto, sí que podría ser estimulante, y el hecho de venir de la mano de fuertes patrocinadores podría ayudar a los británicos a mejorar todos los departamentos con carencias. No sólo fallan pilotos, pero sin duda el fichaje del nombre adecuado podría revitalizar a la escudería y permitirnos recordar a todos que este británico apellido es uno de los más grandes de la historia del deporte. Así sea.

4 comentarios

  1. SportPrototipos · agosto 4, 2016

    En ese instante, un exaltado gritó a los cuatro vientos
    – ¡Necesitamos un Sato Kamikaze!
    Un pesado manto de silencio cayó sobre la multitud. Instantes después, otro individuo exclamó:
    -¡Queremos un kamikaze!
    En ese instante, comenzó a fraguarse la victoria.

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    • diezcilindros · agosto 5, 2016

      Me encantaría saber quién se te pasa por la cabeza (obviamente Satō ya no está para esto). ¿Algún intrépido de la GP2?

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  2. 001 · agosto 5, 2016

    Lo primero que necesita Williams es un auto competitivo, para lo cual necesitará más presupuesto y una directiva más eficiente, ya después el tener pilotos competitivos, si no evolucionan en 2017 podrán dar un nuevo bajón en la tabla, pues es de esperar que Renault con nuevo chasis, Up mejorada por la eliminación de los tokens sea mucho más competitivo, y se pueda poner por detrás de Red Bull y Ferrari.

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