Todo al revés

(Fuente foto de portada: circusf1.com)

Parece evidente que el 2018, de momento, no está siendo el año de Romain Grosjean. Hundido en la 19ª posición del campeonato, sin un solo punto a pesar de tener posiblemente el cuarto mejor coche… pero sobre todo, cada vez más errático. El Romain de 2009-2012 parece estar volviendo a flote cuando más experiencia debería tener para evitarlo. Ayer, en el Gran Premio de España, una acción bastante negligente le llevó a abandonar y a arrastrar una sanción en parrilla para Mónaco, el evento en que más importante es salir arriba el sábado. ¿Podrá levantar cabeza?

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Ser el único piloto al que se le ha prohibido correr en un Gran Premio en los últimos 24 años es una dura etiqueta que cargar. Romain Grosjean tuvo una difícil experiencia en 2012, su primera temporada completa de Fórmula 1, cuando se vio con un Lotus E20 sorprendentemente competitivo que le hizo meterse en muchas peleas por la cabeza cuando no tenía la suficiente experiencia para sobrellevarlas. El archifamoso accidente en la salida de Bélgica, que le llevó a ser suspendido por un Gran Premio, fue un antes y un después en su carrera. Si no trabajaba duramente por quitarse esa imagen de piloto descontrolado, no tendría futuro en el deporte. Romain se implicó, contrató a una psicóloga y mejoró. En 2013, parecía estar en el segundo escalón de calidad de la parrilla, y su paso a Ferrari estaba relativamente cercano. 5 años después, aunque parezca mentira, Grosjean ha vuelto a la casilla de salida.

El accidente de Grosjean en Bakú fue muy preocupante. Ese tipo de errores no los puede cometer un piloto de 32 años con más de 120 GGPP a sus espaldas. (Fuente: formula1.com)

La presente temporada del francés (nacido en Suiza) es una auténtica decepción, especialmente si consideramos cuál debería ser su rol en el equipo Haas. El propietario Gene le contrató por el motivo que, entre 2013 y 2015, demostró con regularidad: sabía llegar el coche a la meta y sumar buenos puntos. El resultado fue inmediato, y Grosjean consiguió 29 unidades en 2016 que permitieron al equipo de Carolina del Norte acabar en 8ª posición en el campeonato de constructores. En 2017, de nuevo, buen rendimiento, con 28 puntos (8 veces acabando en el top-10 con un coche bastante complicado). Ese paso al volante de Ferrari parecía ya perdido, pero en todo caso Romain parecía un piloto ya hecho y derecho en el que confiar para conseguir resultados. Sin embargo, en 2018 Grosjean es una auténtica sombra de sí mismo. La velocidad ha desaparecido de forma sorprendente, pues tras batir 12-8 a Kevin Magnussen (un experto los sábados) el año pasado, esta temporada de momento pierde 1-4, cediendo casi 2 décimas de media. Pero si el mal rendimiento los sábados es grave, aún peor resulta lo que ocurre el domingo. Grosjean ha sumado exactamente 0 puntos en 5 carreras con un coche que merecía puntuar en todas. De acuerdo, el abandono de Australia no fue su culpa, pero no fue a ninguna parte ni en Baréin ni en China, dos días en los que Kevin puntuó, y luego llegó un sonrojante choque en Azerbaiyán, cuando calentando neumáticos detrás del Safety Car se estrelló contra el muro y tuvo la poco agraciada idea de decir por radio que Marcus Ericsson había chocado contra él. Así las cosas, Romain se presentaba en España con tarea por delante. Era, junto con Sergey Sirotkin, el único piloto que tenía todavía su casillero por estrenar. Es decir, que estaba por detrás de coches como los dos Toro Rosso, los dos Sauber o Lance Stroll, con monturas manifiestamente peores. Había que conseguir un buen resultado. Y sin embargo, el #8 no hizo sino confirmar su vuelta al pasado.

Hora de sentarse a reflexionar, Romain. (Fuente: @motorpuntoes)

En primer lugar, el sábado volvió a ser una decepción. Grosjean, con el 4º mejor coche, sólo pudo clasificar 10º, superado no ya por su compañero sino también por Fernando Alonso y Carlos Sainz. Romain, siempre tan particular con sus frenos, parece estar pasando por lo mismo que en 2017, cuando no podía sentir confianza en el coche por la imposibilidad de prever lo que iba a pasar cuando pisaba el pedal izquierdo. Y no sólo a nivel técnico está teniendo problemas, sino que fundamentalmente se encuentra con la confianza algo dañada. Sus errores han tenido efecto acumulativo, y sus quejas por radio han sacado de quicio a rivales, aficionados e incluso a su propio equipo. Grosjean no parecía tener muy claro cómo seguir adelante y salir del bache cuando los semáforos se apagaron. La arrancada desde la zona sucia no fue ninguna maravilla, y Stoffel Vandoorne le tenía ganada la posición en la primera curva. Encerrado, Grosjean frenó por dentro, y vio que la diosa Fortuna le sonreía: Vandoorne se iba largo en la curva 1 y Sainz y Alonso se veían ligeramente arrinconados por Magnussen en la 2. Grosjean pasó de largo y subió a la octava plaza antes de la curva 3, detrás de su compañero. Pero entonces Kevin derrapó ligeramente y Romain se vio obligado súbitamente a frenar, una maniobra que le hizo perder el control al ir sobre las virutas. No era tampoco el fin del mundo, nada que un contravolante no pudiera corregir, pero entonces Romain cometió un fallo garrafal: dar gas hacia el final de su aporte de dirección. Cuando lo tenía casi salvado, en su afán por traccionar rápido para perder las menos posiciones posibles, el francés aceleró e hizo que su zaga patinara de nuevo. Ahora sí que había perdido el control. Y entonces llegó el acabose. Con el coche de lado y listo para el trompo, Grosjean dio gas a fondo con el objetivo de completar el 360º, pero eso hizo que sus gomas desprendieran una enorme nube de humo que cegó a todos los pilotos que venían por detrás. Romain era un obstáculo invisible para Nico Hülkenberg y Pierre Gasly, que chocaron de lleno contra él. Y los tres acabaron el Gran Premio antes de tiempo.

En cierto modo, el accidente sintetizó bastante la actuación de Grosjean en esta temporada: un gran choque fruto de un error de conducción mientras circulaba por detrás de su compañero de equipo. Pero ya no tiene 23 años, como en su complicadísimo debut con Renault. Ni tampoco 26, cuando tuvo aquellos problemas en Lotus. Ya está en los 32, supuestamente en plena madurez y teniendo que ofrecer un rendimiento sólido y sin mácula. Pero es ahora que, de repente, ha perdido su punto. Y no puede ser en peor momento, con Charles Leclerc tirando la puerta abajo en Sauber y con notables opciones de reemplazarle en 2019 si la Scuderia considera demasiado precipitado darle el coche rosso el año que viene. Con una sanción de tres puestos en parrilla para Montecarlo por culpa de este evitable accidente en Montmeló, parece que Grosjean tendrá un poco más difícil comenzar a revertir la tendencia en el próximo GP. Pues más vale que lo haga pronto…

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3 comentarios

  1. SportPrototipos · May 15, 2018

    ¡ Que pesimista eres, Diezcilindros !

    ¡¡ Con la de ofertas que le han llegado del D1GP…. !!

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  2. Oscar · May 15, 2018

    Creo ya se a aclarado que no fue Grosjean el que comentò por radio Que lo tocó Ericsson en el accidente de Baku, fue su ingeniero que le hizo esa pregunta, por otro lado son pésimo los resultados que esta dando Grosjean en este inicio de temporada, creo que no han sabido sacarle provecho al 4to mejor auto de la parrilla y han dejado en el camino infinidad de puntos que Renault, Mclaren, Force India e incluso Sauber han sabido capitalizar. Saludos.

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    • diezcilindros · May 15, 2018

      Pues fíjate que di por hecho que era la voz de Romain. Leyendo ahora en otros sitios, veo que existe la misma duda, pero parece que tienes razón, así que lo cambio en mi base de datos ^^. Gracias.

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